Hay días que atardecen como un electroshock
y te encuentras la cara
tirada por el suelo en mil facciones,
preguntas hasta cuándo la vejez prematura
y entiendes que has perdido
tu famoso sentido del orgasmo.
Necesitas rendirte
y volver con el rabo entre las piernas.
Nadie te va a volver a decir que no sabes
pedir perdón
o darte por vencido antes de tiempo.
4 comentarios:
Yo veo la ciudad como una mujer enorme, con mil brazos y piernas que abrazar. Lucho en las esquinas, aunque vuelva solo y desolado.
Cuentas esta realidad tan nuestra, tan de lo humano, de tal manera que no duele admitirla. Eres genial amigo, genial en tu forma citadina de describir los sentimientos y los sucesos...No dejes de entregarnos estas perlas tan sugerentes. La retomo para nuestro blog de la tertulia. Si tienes algún inconveniente me lo dices y lo suprimo. Un abrazote. Tino
Es por los puntos de vista que existe la riqueza. La subjetividad está infravalorada.
Un saludo Ignacio
Ningún incoveniente Tino,todo lo contrario, mil gracias por compartirlo.
Ese abrazo
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